El hombre siempre ha mantenido una búsqueda constante y continua para encontrar respuestas a los hechos y fenómenos que acontecen a su alrededor. En todo momento se ha manifestado estupefacto e impactado por la naturaleza de los hechos de su entorno, en consecuencia ha tratado siempre de indagar y buscar. A partir de una relación sensorial, con la mediación de los sentidos y su disposición a la curiosa observación pudo establecer relaciones empírico-sensoriales con los “objetos” sobre los cuales indagaba. Sus primeras respuestas se tradujeron en mitos, leyendas, imágenes, fantasías, y los estudiosos del momento magos, sacerdotes y alquimistas abrieron espacio para el esoterismo.
Habían aparecido entonces la observación y la experimentación. En el origen de la filosofía encontramos también el origen del conocimiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario